[Fanfic]El mar te dará familia - Capítulos 106/?? (En proceso)
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Re: [Fanfic]El mar te dará familia - Capítulos 106/?? (En proceso)
Capítulo 105 (Garuda):
- Spoiler:
- El coche volvió a avanzar y los demás comenzaron a caminar, ya con el sol prácticamente escondido en el horizonte. Jet cargaba a Natsuki y Shinta a Joss, mientras Blaze y Makoto iban al frente, marcando el paso y observando bien si había algún peligro.
–Oye Shinta –le llamó Jet– ¿qué significa ese sombrero negro?
–Lo mismo iba a preguntar –dijo Makoto– ¿crees que te ves muy genial? –preguntó burlona.
–Me lo han regalado, pero ya les explicaré todo, porque quiero que Huang esté presente –dijo él, con rostro serio– necesitamos arreglar las cosas entre Kreber y Katyusha, esta isla no puede seguir en este camino de la destrucción –explicó, dejando azorados a sus nakama– Yuwei-san dijo que la clave es una chica, la asistente de Magrev.
–¿Zhenia? –preguntó Jet, sorprendido.
–Sí, ése es su nombre.
–¿Qué con ella? Es sólo una secretaria –afirmó Makoto.
–Según Yuwei-san, la persona que me ha ayudado, ella es la verdadera fuerza de Magrev, esa Zhenia. Si es derrotada, Magrev perderá poder.
–Entonces ese Yuwei está a favor de Juna y Kreber, ¿no es así? –preguntó Blaze, quien caminaba con sus manos apoyadas en su nuca.
–No exactamente, pero ése es otro asunto.
Justo como Juna lo dijo, el coche llegó una media hora después. Reconocida como la diligencia real de Kreber, fue respetada por los guardias de Kayusha y Juna exigió verse con Magrev. Tras hacerla esperar algunos minutos, algunos guardias la guiaron hacia el centro de la ciudad. Al caminar, la gente que la conocía, la veía con curiosidad. Algunos tuvieron deseos de decirle acerca del régimen de miedo de Magrev, aunque otros la miraron con recelo, recordando los momentos más oscuros del reinado de su padre. Juna siguió avanzando hasta llegar su destino, pero antes de entrar al edificio de gobierno, la detuvieron, pues debía entrar sola.
–No es recomendable, majestad –le afirmó Fuu– al menos permitan que yo suba con ella –pidió a los guardias. Ellos fueron a preguntar y finalmente las dejaron subir a ambas. Ahí fue cuando Fuu conoció a Magrev y a Zhenia, pero ella, a diferencia de sus nakama, no confió en ellos desde el principio.
–Encontramos un coche que no era de Kreber, destruido y con cuerpos alrededor de éste. Si vas a hacer tus fechorías, es mejor que lo hagas lejos de mi reino.
–Tranquila, niña. No sé nada sobre eso –afirmó Magrev– investigaré y veré qué sucedió.
–Dígale sobre los piratas también, su majestad –intervino Fuu, con voz suave.
–Es cierto. Capturamos a unos piratas. Finalmente les hemos matado. Supongo que tú no has visto a más de ellos, ¿verdad? No los vas a utilizar para atacarnos, ¿verdad?
–Tampoco estoy enterado de eso. No los hemos visto por aquí. No te preocupes por eso, niña –sonrió Magrev.– No me digas que has venido sólo para estas tonterías.
–Son asuntos de seguridad de mi reino, es lógico que venga. Pero ya sé que mi presencia te disgusta, así que me iré lo más rápido que pueda.
Juna y Fuu salieron del edificio, y ésta última se acercó a Osore para pedirle que fuera al coche por su lanza. Ella sostuvo su bolsa con firmeza y pidió perdón a Juna. La princesa de Kreber negó con la cabeza y afimó que ya era hora de que sucediera.
–Bien, prepárate. La operación va a comenzar.
Fuu sacó una esfera de su bolsa y la lanzó al suelo con fuerza. De ésta, salió una estela de luz azul que se elevó hasta el cielo e iluminó la noche que ya estaba sobre aquella isla. Blaze y su grupo reconocieron entonces la señal, y era hora de atacar. Joss y Shinta se quedaron atrás, como respaldo y también cuidando a Natsuki, mientras los demás cargaron hacia la ciudad.
Fuu y Juna corrieron entonces. Su objetivo era esconderse hasta que la ayuda llegara, pero ésta no demoró demasiado. Justo cuando Denis intentaba alcanzarlas, Osore y Omar, que se habían deshecho rápidamente de los guardias de la entrada, arribaron a defenderlas. Osore, viendo que Denis usaba una lanza, pidió a Omar dejarlo pelear solo ante aquél.
–Vas a pagar por haber herido a Natsuki –le afirmó Osore, poniéndose en guardia. Lo mismo que hizo Denis.
Más guardias aparecieron alrededor de ellos, ya cuando la noche era completa y las luces de la ciudad habían sido encendidas. Magrev y Zhenia bajaron entonces del edificio de gobierno, acorralando a Juna, Omar y los piratas.
–¿Con que yo iba a utilizar a los piratas? –le dijo Magrev a Juna, quien desenfundaba su florete, dispuesta a defenderse.
–No es que Katyusha esté mal –afirmó ella– pero si tú sigues al frente, acabarás con todo.
Magrev no respondió. Sólo sonrió, y con un movimiento de su mano indicó a los guardias a que atacarán; no pudieron hacerlo. Algunos cayeron y otros salieron volando del lugar. Blaze, Jet y Makoto estaban ahí. Así de rápido habían llegado a ayudar, y aunque eran sólo tres, poseían más fuerza que decenas de guardias juntos. Pero una risilla interrumpió su entusiasmo. Zhenia colocó con gracia su libreta en el suelo y luego les miró con ojos que parecían haberse tornado naranjas.
–Es hora de que se vayan, pero no a Kreber, sino al otro mundo –y Zhenia comenzó entonces a cambiar de forma hasta convertirse en un ave, grande, de color rojizo claro, con alas poderosas y pico corto, pero grande.– Se los diré antes de que mueran. Es la fruta Tori Tori, modelo Garuda. Es una fruta mítica.
Y tras decir aquello, el ave comenzó a mover sus alas con violencia y un viento fue enviado hacia los piratas. Pero no era un viento normal, sino que éste se calentaba cada vez más y comenzaba a quemar la piel de los que se encontraban ahí. Todos empezaron a esconderse detrás de edificios, aunque Osore y Denis simplemente se movieron y siguieron con su enfrentamiento singular.
–Algo me dice que ella no será un rival fácil… es mejor que ustedes dos vayan juntos contra ella –les dijo Fuu a Blaze y Jet. Al espadachín su orgullo no le quería dejar pelear contra una persona en un dos contra uno, pero Fuu le recordó que no era momento de poner en peligro a los demás, así que él aceptó.– Makoto, tú debes buscar a Huang. Temo que puedan hacerle algo si Zhenia es derrotada. Mientras tanto, Juna y yo…
Y Fuu se dio cuenta de que Juna ya no estaba junto a ella. Imaginó de inmediato que había aprovechado la confusión para ir tras Magrev, así que Fubuki decidió ir a evitar que hiciera algo de lo que se arrepintiera. Pidió a Blaze y a Jet que la cubrieran y logró entrar al edificio de gobierno. Makoto aprovechó también para ir en su búsqueda de Huang.
–Bien, pues estamos los tres. No me gusta pelear así. Lo siento por ti –dijo Jet refiriéndose a Zhenia y al sacar su espada, atacó sin esperar a Blaze, quien cubrió sus brazos con afiladas cuchillas de acero. Pero aun la velocidad de Jet fue menor para esa ave mítica, quien lo evitó y de un aletazo lo azotó contra el suelo, ocasionándole una quemadura en su brazo izquierda además.
–Nuestra princesa siempre tiene razón –afirmó Blaze– esta “cosa” no será algo fácil.
Tras esas breves palabras, ambos comenzaron a atacar al mismo tiempo, coordinados. El viento quemante no les importaba –y menos a Blaze, cuyo cuerpo lo resentía muy poco-, ni tampoco la increíble velocidad de aquella ave. Entre los dos, comenzaban a hacerle daño. Esa batalla le hizo recordar a Jet la primera vez que había peleado junto a Blaze. Había sido en el East Blue, cuando Natsuki protegía el claro de flores que servía como cementerio a su madre. Ahora era muy distinto, se coordinaban mejor, se conocían a la perfección. Jet sentía verdaderamente que Blaze era su hermano y si no recordara sus días infantiles, seguramente lo habría creído.
kaizoku ou-
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Re: [Fanfic]El mar te dará familia - Capítulos 106/?? (En proceso)
Capítulo 106 (Nightcrawler):
Extra 7:
- Spoiler:
- Makoto, derrotando guardias y sacándole información a cada uno de ellos, logró dar con un sótano no muy lejano de la plaza principal. Ahí encontró atado e inconsciente a Huang, quien despertó cuando estaba siendo liberado.
–Está claro que tenemos que entrenar más, ¿no lo crees? –le dijo ella en tono de broma, ayudándolo a andar, prácticamente cargándolo.
–Entrenaré para no pasar por esto de nuevo –dijo él y luego levantó la cabeza– pero esa mujer no es normal, si alguien está peleando con ella, debe tener cuidado.
–Si nuestro capitán y nuestro primero de a bordo pelean juntos, yo no me preocuparía –sonrió ella.
Y ello cierto era. Entre Blaze y Jet, aun con algunas quemaduras, derrotaron a Zhenia, mientras Osore hizo lo propio con Denis.
Magrev había ido a su oficina. Estaba abriendo una puerta secreta cuando fue detenido por Juna, quien lo tomó de sus ropas y lo lanzó contra el escritorio. La joven sacó su esgrima y la dirigió hacia Magrev, con mirada seria y recia, enfadada y con ánimos de venganza. Se disponía a dar la estocada ante las suplicas de su víctima cuando entre ambos se interpuso Fuu.
La princesa de Yuki, con sus brazos abiertos, se arriesgó a ser lastimada, pero Juna pudo detenerse a tiempo.
–¿Qué diablos haces? –cuestionó Juna a Fuu.– No te has puesto de su lado, ¿o sí?
–En la muerte y asesinato, no hay lados –dijo Fubuki– no tienes necesidad de matarlo, no amenaza tu integridad, no tiene caso Juna. Tu pueblo no necesita a una asesina como gobernante, necesita a una persona compasiva, a una persona que se ponga en el papel de los demás. A tu padre no le volverá la salud sólo porque Magrev esté muerto. Si Magrev ha sido un mal gobernante, será el pueblo el que se lo reclame, no tu espada.
Juna se rindió ante las palabras de Fuu y finalmente guardó su espada, aunque antes desmayó a Magrev de un golpe.
–¿Segura que eres una pirata? Me da la impresión de que eres algo más.
–Soy una pirata, de eso estoy segura –sonrió Fubuki.
Juna y Fuu bajaron del edificio con Magrev en custodia. Los habitantes de Katyusha, viendo que las batallas parecían haber terminado y que, sobre todo, Zhenia había sido derrotada, habían salido de sus casas y escondites. Se quedaron viendo a Magrev, pero también a Juna; no la miraban con los mejores ojos,
–Yo… –ella se adelantó un poco y quiso hablar. Al inicio no le salió la voz, pero luego comenzó de nuevo–. Yo no he venido a recuperar nada… ha sido algo que se ha dado debido a ciertas situaciones. Katyusha es Katyusha, Kreber es Kreber. Si he atacado a Magrev ha sido por defender a mi pueblo, pero no tiene nada que ver con ustedes.
La princesa cayó por un momento, hizo una pausa para cuidar bien las palabras que iba a decir a continuación.
–Kreber siempre estará dispuesta a ser una ciudad amiga de Katyusha, si es que el sentimiento es recíproco. Kreber siempre ayudará, si es ayudada.
Fubuki sonrió al escuchar esas palabras, porque Juna no demostró intención de que su reinado se hiciera de nuevo con esas tierras, y además ofreció la paz absoluta.
Juna y su séquito se fueron entonces. Los deseos de la princesa eran recuperar esas tierras, pero finalmente se quedó conforme con lo sucedido. La paz era más importante en ese momento y estaba tratando de no obsesionarse con ello. Mientras regresaba a Kreber, en su diligencia, intentó programar su mente, olvidar el pasado de su familia y concentrarse en el futuro, en lo que era importante, darle bienestar a su gente; no iba a ser fácil dejar de pensar en Katyusha.
Los piratas, a petición de Shinta, pidieron a Juna quedarse atrás. Llegarían a Kreber después, pero antes, el tirador quería mostrarles a la persona que le había ayudado. Caminaron cerca de una hora, ya con el sol poniéndose y llegaron a un bosque. Entraron a éste y aunque parecía que se ponía cada vez más espeso, pronto entraron a un claro. Shinta comenzó a palpar el suelo mientras sus nakama lo veían con extrañeza. El tirador encontró una especie de liana y la jaló con fuerza. Esto hizo que una parte del suelo se descubriera, como si una especie de trampa fuera desactivada, mostrando unas rústicas escaleras de piedra. Shinta bajó con confianza e invitó a sus amigos a hacerlo también.
Guiados por su adolescente tirador, quien encendió una antorcha cercana, los piratas fueron caminando con cautela. Incluso Joss prefirió colgarse de la espalda de Shinta, quien la cargó con gusto. No demoraron mucho en llegar a una habitación más grande. En la pared de la misma, había colgadas muchas armas de fuego, de varios calibres y tamaños. Se escuchaba un martilleo que venía de otro cuarto contiguo.
–¡Yuwei-san! ¡Soy yo, Shinta! –gritó el tirador y luego el martilleo se detuvo, se escucharon otros ruidos metálicos y luego apareció un hombre de edad avanzada, pequeño, calvo, con una barba blanca espesa y con sus ojos rasgados.
–Así que has traído a tus amigos –dijo sonriendo. –¿Cuál de ellos es mi sobrino?
Con sólo ver el aspecto de aquel hombre, todos supieron de quién era familiar, así que simplemente se apartaron de Huang, quien se quedó en el centro. El hombre se acercó y le vio el rostro mientras sonreía.
–Shinta me ha contado que eres el hijo de Lao. También me ha contado lo sucedido, de cómo han conocido a mi hermana mayor, que han estado por un buen tiempo en mi tierra natal y que incluso la defendieron. Kai te ha criado bien, por lo que puedo ver –dijo y luego miró al resto de los piratas–. Mi nombre es Xiang Yuwei, tercer hermano de esta dinastía y es un placer conocerlos.
Shinta relató cómo es que, tras la marejada, él había sido enviado más lejos, separado de sus nakama por las enormes olas y que, tras despertar y deambular por el bosque cercano, cayó rendido por el cansancio y los golpes. Yuwei lo había ayudado, y además le había enseñado algunos trucos con las armas.
Los piratas pasaron el día conociendo más a Yuwei y contándole cosas sobre Xiang. Makoto también le relató sobre su maestro Fei. Todo esto alegró a Yuwei, quien además reveló el por qué se escondía solo en el bosque.
–Llegué hace mucho tiempo a esta isla, pero mientras siga existiendo tanto odio en el corazones de las personas de por aquí, preferiré vivir aislado.
–Es posible que las cosas comiencen a cambiar –le dijo Fubuki.
–Estaré atento entonces –respondió Yuwei.
Los piratas y especialmente Shinta se despidieron de Yuwei. El tirador le dedicó la palabra “maestro” y le dio un abrazo sincero antes de partir con sus nakama rumbo a Kreber, donde se recuperarían al completo con los cuidados de Osore.
Juna estaba agradecida con ellos y les permitió cortar algunos grandes árboles para juntar madera suficiente como para fabricar un nuevo barco, ya que el Steeler había sido destruido por la tormenta y el subsecuente choque. Así, Huang reunió a sus compañeros y entre todos, a excepción de Osore quien cuidaba a Natsuki, algo malherida desde la batalla, se dispusieron a reunir lo necesario para fabricar el barco.
Afortunadamente, no sólo pudieron reutilizar algunas piezas del viejo Steeler, sino también crear algunas nuevas gracias a la útil habilidad de Blaze, quien además había mejorado bastante en la creación de piezas de acero.
No fue pronto, demoraron más de dos semanas en terminarlo, pero les tomó una semana más gracias a los detalles. Era una fragata similar al Steeler pero la oscura madera de los árboles de aquella isla, hizo que tomara una tonalidad casi grisácea. Lucía como un barco un tanto más siniestro.
–Le llamaré “Nightcrawler” –dijo Blaze quien, cruzado de brazos, admiraba su nuevo navío. Pronto los piratas acomodaron sus pertenencias en ese navío y tomaron un poco de comida, no demasiada debido a la situación de Kreber, y estuvieron listos para zarpar.
Juna y sus guardias estaban en la costa, y la princesa pidió a la tripulación bajar por unos minutos de su barco.
–Quiero preguntar cómo es que un grupo de piratas se preocupa por lo que suceda en una isla en la que está por primera vez –cuestionó Juna con una tenue sonrisa.
–Eso es porque se metieron en nuestro camino, tan simple como eso –afirmó Blaze. Juna no preguntó de nuevo y luego se despidió de los piratas, siendo Fuu la última.
–¿Lo ha dicho en serio? –preguntó Juna a Fuu al oído.
–Digamos que la justicia tiene a veces caminos extraños para ejecutarse –respondió Fubuki– pero puedes apostar a que Blaze y todos mis compañeros tienen un buen corazón –agregó sonriendo y luego subió al barco corriendo.
A Juna le pareció aún más extraño que sintiera algo de nostalgia al ver partir a piratas y la razón no era que ellos le hubieran ayudado en su feudo con Magrev, sino que, en realidad, se había encariñado un poco con ese grupo.
–¡Sé sabia, princesa! ¡Tu pueblo es lo principal! –le gritó Fuu desde el barco ya en movimiento.
–¡Por eso no debes preocuparte! –respondió Juna, agitando su brazo derecho y esbozando su sonrisa más grande en mucho tiempo.
Extra 7:
- Spoiler:
- Durante la penúltima noche que habrían de pasar en aquella isla, Juna dirigió a los piratas hacia un área cercana a Kreber, la cual lucía un tanto pantanosa, pero resultó que era un manantial de aguas termales. La gobernanta de ese lugar les dijo que ahí se relajarían antes de comenzar otro largo viaje.
–¡Son como las aguas termales que había en Xiang! –exclamó Natsuki entusiasmada. Sus compañeros sonrieron a excepción de Blaze y Fuu quienes se quedaron callados y sonrojados, aunque afortunadamente para ellos, ninguno de sus nakama lo notó.
Ambos entonces comenzaron a recordar lo sucedido una noche, en el archipiélago de Xiang, justo cuando llevaban instalados ahí cerca de un año. Como Natsuki dijo, efectivamente había un manantial de aguas termales en Xiang, justo dentro de los límites de la Ciudad Imperial de Xiang Kai, por lo que los piratas iban continuamente.
Por extraño que parezca, Blaze no estaba durmiendo esa noche, sino que, por la madrugada, había salido de la cabaña y fue a darse un relajante baño. Tenía sus ojos cerrados, pero se encontraba despierto, disfrutando del agua caliente en todo su cuerpo. Sólo sobresalían sus hombros, sus brazos apoyados fuera de la fosa, su cuello y cabeza.
El chico de acero escuchó entonces que alguien se acercaba y al abrir sus ojos vio frente a él a su compañera Fubuki. Ella lo veía con extrañeza, por el hecho de encontrarlo despierto a tan altas horas de la noche. Y él también la vio con sorpresa, porque ella estaba usando un bikini, el cual, si no era muy pequeño, sí era lo más revelador con lo que la había visto alguna vez.
–“Nunca había notado que nuestra princesa es en realidad una chica sensual” –pensó.
Ella sonrió y luego se acercó a la fosa para comenzar a introducirse en ella. Blaze quiso decir algo pero no se atrevió y luego sus ojos giraron hacia arriba.
–¿Qué pasa? –preguntó Fuu– no vas a decirme que te da vergüenza estar conmigo aquí, verdad.
–No, no es eso –respondió él, algo nervioso.
–Vaya, pues quién diría que eras algo tímido con las chicas, capitán –dijo ella carcajeando– no te preocupes, que nosotros somos como hermanos, ¿recuerdas?
–Bueno... sí, tienes razón, es sólo que... –Blaze no podía explicarse. Se rascaba la cabeza y miraba una y otra vez hacia abajo, donde su cuerpo estaba sumergido con la esperanza de que Fubuki comprendiera sin tener que decírselo.
–¿Qué pasa? ¿Tú cuerpo ya se hizo como una pasa? –rió ella– ¡Ya sé! Seguro que tienes un traje de baño vergonzoso, eso debe ser – y la princesa decidió hacer más burla de su capitán al sumergir la cabeza en el agua para ver más de cerca.
–¡No, Fuu, espera!
Pero fue inútil. La princesa había visto y luego se levantó sobresaltada, mirando a Blaze con ojos grandes, casi saltones. Pero su capitán no la miró precisamente a los ojos, sino que se quedó observando otra cosa. Ella se dio cuenta entonces que, el haber salido del agua tan rápidamente, había causado que la parte superior de su bikini se cayera, exponiendo sus pechos.
–¡Eres un pervertido, deja de verme! –gritó para luego golpearlo en la cabeza.
–¡Pero si tú has tenido la culpa, además tú me viste primero!
–¡Sólo a ti se te ocurre bañarte desnudo en unas aguas termales!
Ambos suspiraron al mismo tiempo al terminar de recordar aquella escena.
–Más te vale olvidar lo que viste aquella noche, capitán.
–Yo creo que tú viste más que yo, princesa. Aunque ahora que lo pienso, tal vez no fue para tanto, no sé qué tanto pudiste distinguir bajo el agua –rió él un poco.
–¡Claro que pude ver todo, tonto! –afirmó Fuu– casi me mancillaste... yo que todavía soy una doncella.
Pero su discusión fue interrumpida por Natsuki quien instó a ambos a apresurarse para entrar a las aguas termales. Mientras era tomada de la mano por Natsuki, Fuu miró a Blaze y le hizo una seña de que cerrara la boca.
–Vamos Fuu-chan, es por este lado, no querrás terminar del lado de los chicos, ¿verdad?
–Claro que no –sonrió Fubuki.
–Supongo que no quieres ver otra vez a Blaze, ¿verdad?
Y la princesa se dio cuenta de dos cosas. Una, que la navegante había escuchado todo lo que ella y Blaze discutían, y que Natsuki ya no era tan inocente como antes.
kaizoku ou-
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Re: [Fanfic]El mar te dará familia - Capítulos 106/?? (En proceso)
Capítulo 107 (Selva flotante):
- Spoiler:
- Era la mañana del tercer día desde que los piratas habían salido de Kreber. El Nightcrawler surcaba por el mar como si flotara. La nueva madera crujía muy poco y parecía que la fragata iba sobre un líquido hecho de bombones, con suavidad y poco meneo. Era una mañana excesivamente tranquila, a excepción de que, para el desayuno, Fuu había decidido cocinar peces y eso no era del agrado de Joss, por lo que la princesa y cocinera tuvo que preparar algo más sólo para la sirena, lo que la enfadó un poco.
Debido a esto, Fubuki obligó a Joss a ayudarle a limpiar la cocina, como pago por haber tenido que preparar algo especial sólo para ella, pero la ningyo se hizo acompañar por Shinta para que éste la ayudara. A su vez, Natsuki terminaba de acomodar todo en la habitación de las chicas y era ayudada por Makoto, a la vez que Osore y Huang hacían lo mismo en la de los varones.
Ya que Blaze tomaba una de sus siestas post-desayunos, quien vigilaba el curso del barco era Jet. El espadachín no lo hacía desde la torre de vigía, consideraba que ése no era su lugar, así que estaba en la proa, limpiando su espada mientras volteaba de vez en cuando hacia el frente para cerciorarse de que todo estaba en lo correcto.
Pero en una de sus distracciones, demoró más de un minuto en mirar hacia el mar, y cuando al fin lo hizo, una selva apareció de pronto frente al Nightcrawler. No es que estuviera tan cerca como para chocar contra ella, pero el espadachín se apresuró para echar el ancla antes de que sucediera algo. En lo que demoró el barco en detenerse, aquella selva estuvo más cerca cada vez.
Todos los tripulantes salieron a cubierta rápidamente al sentir que le barco se detenía. Jet explicó que la selva había aparecido de la nada y que no lucía para nada natural.
–Eres un pésimo vigía – se quejó Makoto con un tono algo burlón.
–Pero es cierto que este lugar es muy extraño –dijo Fuu– luce muy pequeño para ser una isla y, de hecho, me da la impresión de que se está moviendo.
Cuando los piratas se cercioraron de que efectivamente el lugar se estaba moviendo, Blaze mandó atar al Nightcrawler a uno de los árboles de esa “isla”. Luego, se propusieron a bajar y explorar el lugar con sumo cuidado.
Aquella selva flotante era sin igual. No tenía más que pocos árboles grandes cerca de su “costa”, casi toda la vegetación de esa parte consistía en flores. Las plantas realmente altas y frondosas se concentraban en el centro de aquella extraña isla, la cual Fuu y Jet insistían en que parecía más un barco. A los pies de Blaze y los otros, crecían flores de todos colores, tamaños y formas. Desde gladiolas, petunias, geranios, hasta rosas y claveles, el suelo de aquel lugar era una alfombra multicolor, más que un arcoíris incluso.
El sonido de unas pisadas interrumpió el análisis de los piratas sobre la isla y luego Huang tuvo que evitar un golpe. Cuando el carpintero se puso en guardia, advirtió que su rival apenas le llegaba a la cintura, quizás, y además era una niña.
–¡No dejaré que toquen nada de este lugar! –les dijo con una voz algo chillona y enfadada, aquella niña con cabello azul atado con listones rojos en dos coletas hacia los lados. Vestía además una blusa amplia de color verde y pantalones amplios, de tela fina, blancos. Ante los piratas adoptó una posición de combate que para todos fue familiar, pues era similar a las que Makoto –y en ocasiones Huang- hacía.
–No crean que soy débil sólo porque soy una niña –advirtió y estuvo preparada para luchar, antes de sentir una mano sobre su cabeza.
–No sé si débil, pero lenta, claro que sí –le dijo Makoto quien estaba sostenida solamente en su mano derecha, ésta apoyada en la cabeza de la pequeña y estaba lista para darle un golpe, si Huang no interviene.
–Es sólo una niña –le dijo.
–Vamos, ella atacó primero, y además no la iba a golpear tan fuerte –respondió Makoto mientras Natsuki le ayudaba a levantarse.
La niña se quedó entonces paralizada al ver que aquellos piratas eran mucho para ella. Fuu se le acercó y se hincó para quedar en la misma altura que la infante, quien a pesar de todo trataba de no mostrar miedo.
–No venimos a hacerle daño a este lugar, te lo aseguro –le dijo la princesa mientras sonreía– ¿podrías decirnos tu nombre? –pidió y la pequeña no titubeó su respuesta.
–Es de buena educación dar tu nombre antes de pedir el de los demás.
–Cierto –volvió Fuu a sonreír– somos los piratas de Blaze, él es el capitán –señaló al chico de acero, y así presentó a cada uno de sus compañeros y a ella misma.
–Yo soy Lifen –dijo ella luego– Xiang Lifen, y éste es el jardín flotante Fang.
Los piratas se sorprendieron y apenas escucharon lo último. Al escuchar el nombre completo de Lifen supieron que había alguna relación entre ella, el lugar en el que estaban y el archipiélago de Xiang y su monarca, Madame Kai.
Pero antes de que pudieran preguntar algo más, otra persona más llegó. Una mujer delgada, con un kimono rosado y estampado de flores, apareció ante ellos. Era una persona de edad mediana y con un cabello castaño, lacio y largo, aunque atado totalmente en la cabeza.
–¡Lifen, te he dicho que no salieras! –reprendió a la niña, aunque luego la abrazó– ¿estás bien? ¿Quiénes son ustedes? –se volteó luego hacia los piratas, aunque sin ser agresiva.
–Tía Fang…
–¿Tía? –preguntó ella ante las palabras de Huang y luego se acercó a él, examinando su rostro. Poco a poco fue reconociendo a su sobrino, aunque demoró algunos segundos– eres el pequeño Huang, ¿verdad? No puedo creer que te acuerdes de mí.
–Bueno, no es exactamente que te recuerde, es sólo que al escuchar el nombre completo de Lifen y saber que este lugar es el jardín de Fang, recordé que mi tía Kai me habló en algunas ocasiones de ti.
Fang invitó de inmediato a los piratas a su casa. Los guio hacia el centro de aquel jardín flotante, justo donde estaban los árboles más altos. Ahí, había una entrada por donde se podía bajar a una casa subterránea. Rápidamente, la amable mujer se dispuso a cocinar algo para sus invitados, algunas verduras, raíces y un poco de fruta fue suficiente para preparar algo suficiente y delicioso.
–Cocina usted riquísimo –le decía Blaze– creo que cada uno de los Xiang tiene habilidades distintas.
–Te refieres a que Kai no es buena para cocinar, ¿verdad? Pues supongo que ella nunca ha practicado lo suficiente. Por cierto, ¿sigue igual de joven? –preguntó y la respuesta fue afirmativa. Fang sonrió entonces de forma alegre– Me da gusto. Eso quiere decir que Xiang tendrá muchos años de prosperidad todavía. Mi onee-sama es una buena gobernanta.
–¿Quieren ver la isla? –preguntó Lifen entusiasmada, cuando terminaron de comer.
–¡Sí! ¡Vamos a conocerla! –Joss tomó a Shinta de la mano y siguió a Lifen hacia el exterior de la casa. Fang invitó al resto de los piratas a hacer lo mismo.
–Me dedico al negocio de las flores. Aunque no lo veo yo como un negocio, es realmente lo que más me gusta. Desde chica me interesaron mucho las plantas y estudié para ser botánica.
–¿Botánica? ¿Cómo las que se comen?
–Ésas son botanas, Natsuki… –le dijo Jet.
–Botánica, pequeña, es alguien que estudia al mundo vegetal. Yo especialmente estudio las flores y con ello sé cómo hacerlas crecer grandes, brillantes, coloridas, sanas. Cuando todavía era joven, me embarqué en busca de las flores más hermosas y también las más raras de todo el mundo. Mientras trataba de encontrarlas, conocí a una persona con mis mismos gustos, Kitay, el padre de Lifen –antes de continuar con el relato, Xiang Fang hizo una pausa, se agachó y recogió una flor que estaba ya marchita, una de las conocidas “aves del paraíso”.– Él estaba enfermo del corazón. Las flores lo reconfortaban, pienso que pudo vivir más gracias a ellas; inevitablemente murió hace cinco años, Lifen tenía apenas dos. Kitay fue quien tuvo la idea de este jardín flotante, lo construimos juntos y por eso es mi tesoro. Tengo suerte de que los piratas no se interesen por las flores.
Última edición por kaizoku ou el Sáb Feb 28, 2015 1:36 am, editado 1 vez
kaizoku ou-
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Re: [Fanfic]El mar te dará familia - Capítulos 106/?? (En proceso)
Capítulo 108 (La carta de Hanako):
- Spoiler:
- Los piratas seguían admirando las diferentes variedades de flores que se encontraban en aquel lugar y preguntaban por toda aquella que no conocían. Tras algunos minutos, Xiang Fang se acercó a Jet, quien observaba las plantas más bien de pie.
–¿Tú eres Jet, no es así?
–Así es –respondió tranquilamente el espadachín– ¿le había dado ya mi nombre?
–No, tú no me lo habías dicho –ella caminó hacia una roca cercana, la cual era de una superficie lisa y entonces se sentó sobre ella. Enseguida había otra roca igual e invitó al pirata a sentarse también, cosa que él hizo–. Hace poco, unos días, llegó una joven marine a este lugar. Era una chica bien portada, muy amable y elegante, pareció gustarle el lugar. Ella tiene el cabello negro y usa una esgrima como arma.
Jet pensó en Ayaka de inmediato, pero la descartó rápidamente por lo del cabello negro. Luego pensó en alguien más.
–¿Esa marine era muy joven y con una tez muy morena?
–Sí, exacto. Veo que la conoces.
–Es Hanako... –suspiró Jet al recordar a la que estuviese como subordinada de Ayaka.
–Sí eres ese Jet entonces –sonrió ella–. Ciertamente esa joven oficial tiene como nombre Hanako. Y sí, me habló de ti. “¿Ha visto usted a una tripulación de piratas jóvenes?”, me preguntó durante la noche, pues durmió aquí. “Sé que es complicado, pero si llega a ver al espadachín de esa tripulación, de nombre Jet, necesito que él lea esto, por favor, es importante”.
Fang le entregó una carta a Jet. Éste la abrió y la miró extrañado, la volteó, la miró de cerca y luego se rascó la cabeza. Tras rendirse, llamó a Fuu quien no demoró en acercarse. El espadachín le dio la carta y la princesa sonrió al verla.
–No sabía que no podías leer letra cursiva –rio ella un poco.
–Quién diablos escribe así... –refunfuñó él. Luego, Fuu comenzó a leer la carta en voz alta.
“No te envío ningún saludo, porque ni siquiera nos hemos presentado alguna vez formalmente. Te conozco como un enemigo, pero sé bien lo que significas para la capitana, y es por eso que te dejo esta carta. Has de saber que la capitana Ayaka regresó a los cuarteles de la Marina a sabiendas de que iba a ser reprendida. Para un oficial que ha cometido la falta que ella hizo, es decir, ayudar de alguna forma a un pirata, hay dos opciones: la dimisión con el riesgo de convertirse en criminal perseguido, o la degradación hasta el rango más bajo de la marina, un recluta privado de tercera categoría.
La capitana Ayaka eligió la segunda opción. Fue reprendida y degradada hasta lo más bajo. Perdió todos sus años, todas sus acciones, todos sus logros; pero ese hombre no estuvo satisfecho. Movió sus influencias para lograr que la capitana fuera su subordinada, y cuando la tuvo en sus filas, la acusó de traición nuevamente. No sé los detalles, pero he logrado enterarme de lo más relevante. Ese hombre la tiene prisionera, no sé dónde está, hacia dónde la lleva, o qué piensa hacer con ella.
Yo simplemente no soy fuerte para poder hacer algo, pero, aunque me duela admitirlo, sé que tú sí lo eres. Quiero creer en tus dos compañeras, quiero creer que, como ellas me han dicho, a pesar de ser un pirata, no eres un mal hombre. Pero, sobre todo, quiero creer que así como la capitana ha arriesgado todo para ayudarte, tú lo harás para salvarla.
Hanako, sargento mayor de la Marina.”
Jet, Fuu y Fang guardaron silencio entonces. El espadachín sintió que le faltaba el aliento y se sentó un momento, luego pidió estar solo unos minutos, lo que le fue de inmediato concedido.
Pensó de inmediato en cómo se sentía ella, en qué tan lejos estaba de él, en lo incapaz que era de protegerla en ese momento. Irremediablemente, el espadachín comenzó a llorar. No lo hacía desde que era niño, desde que vagaba solo por el mundo, recordando la pérdida de su madre y sus hermanas. No es que estuviera triste, estaba desesperado, incapaz de hacer algo por esa mujer que amaba.
Se levantó y caminó hacia la orilla de aquella “isla”, pensando que tal vez la brisa del mar lo calmaría; no fue así. En cuanto vio al sol iluminando el eterno manto azul, sintió intolerables deseos de lanzarse y nadar lo que fuera necesario para encontrar a Ayaka. Se apoyó en la rama de un árbol cercano y luego la golpeó lleno de rabia con sus puños mientras sollozaba. Le dolía el corazón, el alma.
Unos pasos se escucharon entonces, se trataba de su capitán, su amigo, casi su hermano. Blaze se acercó a él y le colocó con cuidado la mano en el hombro.
–¿Sabes lo que sucede? –preguntó el espadachín.
–Fuu me ha dicho algunos detalles –respondió el capitán. Su primero de a bordo suspiró y de nuevo soltó lágrimas, aunque no de manera escandalosa.
–Ella se encuentra en serios problemas. Ese cabrón la tiene, no se rinde en hacerle la vida imposible –le dijo– ¿te das cuenta? ¡Y todo ha sido por protegerme a mí! Cuando quien debería protegerla soy yo... no sé qué hacer Blaze, dime qué debo hacer –preguntó, desesperado, apoyando sus codos en la aquella rama y tomándose la cabeza con las manos. El capitán no supo qué más decir, aunque fue ayudado por alguien más.
–Si así te sientes, deberías ser capaz de pedir que fuéramos a buscarla –apareció Fuu en el lugar.
A pesar de lo que la princesa había dicho, Jet no se atrevió a pedir nada, simplemente suspiró una vez más.
–¡Tonto! –alzó la voz la peliazul– tú diste tu vida por nosotros en una ocasión y siempre estás dispuesto a hacerlo otra vez si es necesario, ¿crees que alguien en esta tripulación va a negarte el favor de ir a por Ayaka? Además, creo que le debemos un favor a ella.
–Aunque así fuese, ¿cómo voy a encontrarla? No sé dónde está.
–Sé de alguien que sí –sonrió la princesa mientras sus dos compañeros la miraban extrañados– la comodoro Hollie –dijo con una risa pícara– si atraemos atención de la marina, ella seguramente nos buscará de nuevo, está obsesionada con atraparnos. Tiene un rango elevado, y no le será difícil recolectar información.
–Pero no sólo es el riesgo de enfrentarnos a ella y a sus marines –replicó Jet– sino que algún otro marine con rango más alto pueda aparecer.
–Bueno, si no quieres arriesgarte para encontrarla…
–¡Yo sí quiero arriesgarme! –dijo Blaze.
–Gracias –les dijo Jet a ambos– por supuesto que quiero arriesgarme.
kaizoku ou-
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Re: [Fanfic]El mar te dará familia - Capítulos 106/?? (En proceso)
Capítulo 109 (Atrayendo a Hollie):
- Spoiler:
- La tripulación pasó el día en aquel peculiar lugar. Escucharon historias sobre el archipiélago de Xiang que Fang conocía, y relataron a ella los acontecimientos que ellos habían vivido por allá. Lifen se encargó también de enseñarles muchas variedades de flores, y con todo ello, llegó la noche.
No había suficiente lugar como para que todos durmieran en esa “isla”, así que regresaron al barco, pero Blaze pidió a sus tripulantes no ir a sus camas de inmediato. Todos se reunieron en cubierta y el capitán comenzó a hablar.
–No entraré en detalles, así que iré al grano. Ayaka está en problemas, y son graves –dijo él con rostro serio.– Ella no sólo nos ayudó, sino que, como sabemos, tiene una relación especial con nuestro primero de a bordo. En resumen, es una persona que es importante para nosotros como tripulación.
“Esto no está a votación. Como capitán, mis órdenes son de ir a ayudarle, el problema es cómo.
–Necesitamos a alguien que sepa dónde está, ya que ella está aprisionada por un oficial marine de alto rango –intervino Fuu– yo he tenido la idea de llamar la atención de la marina, ya que es muy probable que Hollie, al descubrir actividad nuestra, llegue antes que nadie.
–Hollie es amiga de Ayaka desde que eran niñas, así que el plan no suena mal. Ella debería de preocuparse por Ayaka –dijo Jet.
–Pero no deja de ser un plan muy arriesgado –dijo Fubuki, entrelazando sus manos.– Si alguien tiene un plan mejor, sería muy bueno escucharlo.
Todos guardaron silencio entonces. Se miraron los unos a los otros, ya que realmente no sabían de alguna forma de encontrar a alguien en tan vasto mar. Makoto, quien estaba sobre una de las cuerdas atadas al mástil principal, bajó de un salto a la cubierta.
–Es obvio –dijo– que no habrá un método de encontrar a Ayaka sin tener que arriesgarnos. Además, para algo somos piratas, los piratas no siguen reglas, hacen lo que sea necesario para alcanzar sus objetivos. Si hemos de ponernos en riesgo, con tal de ayudarla, yo estoy preparada.
Jet no pudo ocultar su agrado por esas palabras, sobre todo porque no esperaba que Makoto, con quien siempre tenía cierta rivalidad amistosa, se pronunciara así de Ayaka. En tan poco tiempo la rubia había ganado el corazón de sus compañeros, así que tenía una razón más para salvarla.
Al siguiente día, antes de partir, Fang los roció con una combinación de varios tipos de polen. “Los bendecirá”, había dicho ella, y entonces los piratas partieron con la promesa de volverse a encontrar tanto con Fang como con Lifen. El barco entonces surcó de nuevo el mar con dirección a una isla desconocida, justo hacia donde el log pose apuntaba.
No era el estilo de Blaze y sus compañeros el causar terror en la población, pero esta vez tenían que hacerlo. No iban a dañar a nadie, solamente a asustar a la población, por lo que deseaban que nadie hiciera “de héroe” en aquel lugar. Bajaron todos a excepción de Fuu y Natsuki, y comenzaron a amenazar de la forma más creíble a la población con robo y pillaje.
Lo que no esperaban es que ahí hubiera un par de acorazados marines descansando en la isla. Los reclutas no eran muy fuertes y no había oficiales de rangos demasiado altos, por lo que los piratas poco tuvieron que hacer para vencer a sus rivales, lo que asustó aún más a los pobladores. Gracias a ello, también la llamada de auxilio se apresuró desde las naves marines.
Así, las calles de la isla estaban desiertas, puesto que los acorazados se habían alejado un poco mientras arribaban los refuerzos y los habitantes estaban recluidos en sus casas por temor.
–Así que esto es lo que se siente ser temido por todos –suspiró Makoto quien, junto a Fuu y Shinta, caminaba por la isla en busca municiones para éste e instrumentos de repuesto para los artefactos de la princesa. Encontraron una armería, aunque estaba cerrada, pero al insistir en que sólo comprarían, sin causar algún alboroto, el encargado les abrió.
El hombre de una edad avanzada, se veía muy nervioso, caminaba tiritando, sus manos también temblaban y preguntaba tartamudeando acerca de lo que los tres piratas iban a comprar. Fuu le aseguraba que no debía preocuparse, que en realidad no pensaban hacerle daño a nadie y le enseñó el dinero, pero ello no calmó a ese hombre, quien se notaba cada vez más nervioso. Fuu, Makoto y Shinta comenzaron a ver entonces los productos que podían comprar cuando la vigía sintió algo. Saltó y se colocó frente a Fubuki para protegerla de un ataque.
De las manos de Makoto brotaba un poco de sangre, al haber detenido con las palmas desnudas el filo de una naginata. No era una herida grave; la sorpresa fue grande al ver que la atacante era precisamente Hollie.
–No pensaban que ya me había olvidado de ustedes, ¿verdad? Y aquí los he atrapado con las ‘manos en la masa’ –dijo la marine.
–Esto sí que ha sido buena suerte –sonrió Makoto, haciendo enfadar a Hollie.
kaizoku ou-
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